Una tarde en el Cabo es un regalo visual y emocional que a veces es difícil de describir con palabras. Las nubes de ese día me daban esa paz cromática que le encantan a mis ojos.
Tal vez no sea el mejor momento para hacer fotos con una luz tan plana, pero las tardes con nubes , viento y lluvia me encanta.
Un bonito paseo que tengo la suerte de repetir a cada momento con diferentes escenas lumínicas...
Mil gracias a Soledad, una pequeña gran modelo.